Notas Salud

Rasgos vs. Trastornos de la Personalidad

¿Qué realmente se encierra bajo la
popular etiqueta que abunda en redes
sociales?
Una vez que alguien identifica el malestar y
ve los criterios que cualquier persona le ha
dado al narcisismo en las redes sociales,
contribuye a que no se haga cuestionamientos
propios y que la introspección sea
menor, responsabilizando únicamente al
otro. Ahí está la tendencia: modismo, monetización
y la búsqueda de baja reflexión.
En el momento en que las personas empiezan
a cuidarse más y a poner límites, otros
lo suelen ver como un trastorno de personalidad
narcisista y no es así.
Este concepto ha generado una gran monetización
para las personas que lo usan,
sin importar las consecuencias reales de
ello, porque se rompen las oportunidades
de hacer cambios y regular las ansiedades
que nos generan las relaciones más íntimas.
¿Tendencia o realidad?
Pareciera que cada persona ahora lleva
una etiqueta y la predilecta es la de narcisista.
Aunque se estima que alrededor del
1% de la población mundial tiene un trastorno
de la personalidad narcisista, por lo
que predomina en conversaciones y por lo
que sobreabunda en redes sociales, daría
la impresión de que ese número está sumamente
lejano a la realidad, pues actualmente
es tan común escuchar la palabra
narcisista como unos “buenos días”. Lo que
nos lleva a preguntar: ¿en realidad hay tantas
personas con esa condición?, ¿se trata
de una moda o de un trastorno realmente
en crecimiento?
La tendencia de etiquetar
tiene que ver
con el uso que se le
ha dado en los últimos
tiempos al concepto
narcicismo en
las redes sociales, lo
cual ha resultado muy
atractivo para quienes
monetizan en esas
plataformas, a través
de cursos o talleres, el
mal empleo del término
propagado por las
redes sociales.
Bajo la sombrilla del narcisismo se engloban
erróneamente distintas conductas,
especialmente, cuando se trata de relaciones
más íntimas, como un papá, una mamá
o una pareja.
“Lo que en algún momento fue una designación
para una parte ínfima de la población,
las redes sociales lo han convertido
en una moda para aligerar en las personas
la ansiedad que les provocan las relaciones
muy íntimas donde hay conflictos importantes,
significativos, y la manera de resolverlos
es haciendo un corte emocional.
Es una forma de resolver superficialmente
un conflicto relacional, sin colocarle el nombre
adecuado y permite, a quien etiqueta,
no comprometerse ni responsabilizarse de
las conductas que también generan en esa
relación.
Cualquiera puede especular o hipotetizar,
pero diagnosticar tiene que estar a cargo
de un psicólogo/a o psiquiatra, pues no es
algo tan trivial como valorar un estado de
ánimo. Estamos hablando de un diagnóstico
que incluye la personalidad, la estructura
del ser, de cómo siente, piensa, cómo se
conduce y si toma o no al otro en cuenta.
Eso no lo puede ver quien no es experto,
aunque le puedan hacer ruido algunas conductas”,
detalla la especialista.
Para entender mejor las conductas: los
rasgos narcisistas son las características
que posee una persona, permitiéndole
funcionar adecuadamente en las relaciones,
mientras que en el trastorno existe una
dificultad en el funcionamiento personal,
laboral, social y familiar de quien lo porta.
Las características de los rasgos incluyen
confianza en sí misma, capacidad para lograr
las metas, competitividad, una autoestima
adecuada y respeto hacia los demás,
aun reconociendo las diferencias de los
otros. Cuando hay un trastorno de personalidad
narcisista se trata de un individuo que
explota a los demás, tiene una idea agrandada
de quien es; está y existe por encima
de los otros y su nivel de soberbia es alto.