Nuevamente Julio, por un lado los hechos de inseguridad que ya son tristemente habituales y cada vez más violentos y por otra parte, nos encuentra con una sociedad que se ve castigada con los reiterados conflictos que parecieran no tener solución.
Las nuevas tecnologías, sin dudarlo y sobre todo internet, produjeron un cambio en las comunicaciones y en la manera de relacionarnos. Desde los poderes centrales y mundiales se han producido innumerables cambios de relaciones, de situaciones de choques y reagrupamientos que nos hace pensar en cambios de paradigmas y que estamos entrando en una vorágine de transformaciones imposibles de comprender para la mayoría de los mortales.
Por lo pronto, en nuestro espacio más cercano, nuestro país, este año, volvemos a tener elecciones, esta vez presidenciales y legislativas, donde el pueblo en su conjunto deberá seleccionar a quienes reemplazarán al poder ejecutivo, a una parte de las cámaras de diputados y senadores, y también a los concejales en las distintas intendencias. A simple vista se podría pensar que es un importante momento de nuestra democracia. Sin embargo, si pensamos en las peleas que se produjeron para ocupar un lugar en las listas en los distintos partidos políticos, esta vez, con las paso, el pueblo tuvo la oportunidad de elegir a los candidatos preferidos o a los que les resultara más sinceros o capaces, aunque tendremos que reconocer que todavía nos falta mucho para vivir en una verdadera democracia, donde todos tengamos las mismas obligaciones y derechos.
El día que designemos a los candidatos mejor preparados, honestos y con las mejores intenciones, ese día sí habremos llegado a vivir en democracia y comenzaremos con seguridad el camino donde no haya desigualdades y la pena de ver gente que muere de hambre cuando sobra comida y donde la riqueza del país se la reparten entre pocos.
Si podemos producir comida para más de 400 millones de personas, no es lógico que familias enteras no tengan qué comer. Todavía hay mucho por qué trabajar. No perdamos las esperanzas, con seguridad nuestra Patria podrá encontrar el camino que nos conduzca hacia el destino de grandeza que soñaron nuestros patriotas.